El próximo domingo 4 de septiembre Chile elige democráticamente si continúa con la Constitución sancionada por el dictador Augusto Pinochet o sienta las bases de un nuevo modelo económico, político y social, que pueda responder a las demandas del estallido del 2019 y abandonar el neoliberalismo residual. El voto es obligatorio, por primera vez, para los mayores de 18 años.
Bárbara Beiza-Báez, periodista chilena y asesora de convencionales constituyentes, explicó en diálogo con FRECUENCIA ZERO que lo que está en juego el próximo domingo en Chile es pasar de un modelo neoliberal a uno de bienestar. El pueblo debe elegir la Constitución que quiere que rija su país; ahora bien, el texto de la Nueva Constitución propuesto por la Convención Constituyente se aprueba, tal como está, o se rechaza. «No existe la posibilidad de modificarlo».
La nueva Constitución prevé un modelo de país unitario, porque Chile seguirá teniendo una sola norma suprema, pero le otorga mayor autonomía a las diferentes comunidades. De esta manera, se descentraliza el poder de Santiago de Chile y las diferentes regiones pueden impulsar su economía.
A su vez, Beiza-Báez destacó que esta nueva Constitución, realizada por dirigentes elegidos democráticamente y deliberada en el parlamento, es la primera en considerar la paridad de género y la ecología. También es la primera vez que en Chile se reconoce a los niños como sujetos de derecho; promueve la economía social, a través de las cooperativas; resguardar a los animales; restituye agua a los territorios; entre otros artículos que son novedosos a nivel nacional e internacional.