Coronavirus: ¿chivo expiatorio de graves problemas del sistema capitalista?

Impacto económico a escala global. Es el que está teniendo y que tendrá el coronavirus durante algún tiempo, según lo aseguró de forma oficial la Comisión Europea cuando las cartas están boca arriba hace ya un tiempo considerable si tenemos en cuenta los tiempos vertiginosos de la economía. Los números desde Europa Estas conclusiones —o perogrulladas— a las que arriba la institución europea se fundan en algo que rompe los ojos: el tamaño del gigante asiático y el peso que tiene a nivel global. No obstante, matiza que de momento es imposible sacar los números en limpio que provocará el desastre. Así, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, vaticinó que «tendremos un impacto, dado que China representa un 18% del PIB global […], pero todavía no es posible un análisis y una previsión seria. Se trata de una situación que evoluciona rápido y que seguiremos vigilando muy de cerca». Coronavirus: ¿razón o justificación? De este escenario, el economista Julio César Gambina extrae dos reflexiones muy generales. «La primera es que creo que en el capitalismo contemporáneo han encontrado una excusa fenoménica —un fenómeno— para poder explicar la crisis global del capitalismo y la expectativa que había ya desde hace un largo ‘rato’ de un colapso de la situación económica mundial, basada en los datos de tendencia a una recesión generalizada en los principales países capitalistas del mundo». «El segundo comentario es que el tema de fondo es una crisis, que empezada en el 2007-2008 con el epicentro recesivo del 2009, no termina de encontrar mecanismos de salida, tanto para el crecimiento de la productividad del trabajo, como para recuperación de la tasa de rentabilidad en los capitales más concentrados del capitalismo mundial, de los países capitalistas desarrollados», observa Gambina. El economista incide en que el coronavirus sirve a las partes interesadas como la explicación de la actual crisis, y en el que han encontrado un chivo expiatorio, ubicándolo en China, territorio donde emerge el virus, para explicar la importancia que tiene el gigante asiático en el crecimiento de la economía mundial. Gambina apunta al impacto que está teniendo el coronavirus en las bolsas de todo el mundo. En su opinión, «hay que verlo como a un fenómeno que agrava y agudiza problemas estructurales que están en el orden capitalista y que tienen que ver con un ciclo largo de crisis mundial donde lo que se busca son nuevos patrones de acumulación, nuevas estrategias para avanzar en la lógica de la producción y la dominación capitalista que hoy tiene epicentro en una búsqueda de reformas que se llaman estructurales, y que están siendo buscadas en todo el mundo, como son las reformas laborales y previsionales, lo que hay que leer como una ofensiva contra derechos largamente conquistados en luchas del siglo pasado». «Más allá de querer ver en el coronavirus un fenómeno especulativo, termina siendo un elemento más para condicionar a la población que en tiempos de crisis debe consensuar con cambios estructurales que suponen la pérdida de derechos», sentencia Julio César Gambina.
Fuera de juego

En esta edición de nuestro programa hablaremos de cómo los medios internacionales cubren la última crisis en Oriente Medio que esta semana ha puesto a Turquía y Siria al borde de una guerra abierta. Parece que por el momento esa guerra se ha evitado gracias al encuentro en Moscú entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, celebrado este jueves. Varios medios europeos destacaron en sus crónicas publicadas en la víspera de la visita de Erdogan a Rusia que el presidente turco viene a Moscú más solo como nunca: sin apoyo de la OTAN, ni tampoco de la Unión Europea. Semejante situación le ha dejado totalmente en manos del líder ruso, consideran algunos de nuestros colegas occidentales. «Turquía y Siria se acercan a una guerra abierta que Rusia intenta evitar», tituló en la víspera de la cumbre Putin-Erdogan el diario español La Vanguardia. Si lo entendemos a pie de la letra deberíamos decir «pobre Erdogan»: todos sus aliados occidentales le han dejado a solas con Putin. Pero la realidad parece totalmente diferente. Mientras Putin realmente ha apostado en el legítimo Gobierno de Asad lo que asegura una larga y fructífera presencia en Oriente Medio, el artificial «aislamiento» o «alejamiento» de Turquía de su tradicionales aliados de la OTAN y de la UE ha ido debilitando las posiciones de la Alianza y de Bruselas en la región. Parece evidente que las pérdidas sufridas por la OTAN y la UE a causa de algo tensas relaciones con Erdogán son más penosas y palpables en comparación con la «débil posición de Erdogan». Diría que la «muy débil posición» de Erdogan refleja la muy débil posición de Occidente en Oriente Medio y es resultado de la política occidental en la región de los últimos años. Rusia ha reiterado su posición al respecto en varias ocasiones y esa posición favorece poco a los planes de Truquía, según consta una crónica de la corresponsal de Telesur en Moscú. Desde este enfoque no es de extrañar que Erdogan viaje a Moscú para buscar una posible solución a la crisis con Siria y que Occidente siga con lupa sus negociaciones en el Kremlin. Hay que reconocer que algunos titulares de los medios internacionales en días anteriores a la cumbre Putin-Erdogan han sido bastante alarmistas. Por ejemplo, el diario español El País tituló a una de sus crónicas: «Turquía, Rusia y Siria se asoman al abismo de un conflicto abierto». A su vez Telesur advertía que «Rusia no garantiza la seguridad de aviones turcos en Siria», que a algunos pudo haber parecido casi una declaración de guerra. La cumbre de Moscú al final llegó como un balón de oxígeno para unos medios de comunicación y una decepción para otros. «Desde esta medianoche establecen un nuevo alto el fuego en la provincia siria de Idlib, donde la violencia se ha intensificado desde finales de febrero, cuando más de 30 soldados turcos murieron en ataques del ejército sirio», escribe en una de sus crónicas la edición en español de Euronews. «Rusia y Turquía firman una tregua en Idlib, el último bastión rebelde en Siria», titula Euronews. Varios medios internacionales destacan como el principal resultado de la cubre Putin-Erdogan el nuevo alto el fuego en la provincia siria de Idlib, donde la violencia se ha intensificado desde finales de febrero, cuando más de 30 soldados turcos murieron en ataques del ejército sirio. No obstante, algunos importantes medios europeos consideran que «el alto el fuego acordado, sin embargo, parece frágil». Eso es lo dice la crónica del diario español El País desde Moscú. El diario recuerda que último alto el fuego se rubricó el pasado 8 de enero y no se respetó. También destaca que Ankara se reserva el derecho a represalias en caso de un ataque de las fuerzas de Bachar el Asad, mientras Putin destaca que para Moscú sigue siendo crucial la integridad territorial de Siria. ¿Perdurará esta vez la tregua? se pregunta la edición en español de DW. Mundo entero espera los resultados de este encuentro. Y no es porque al mundo entero importe tanto el futuro de Siria, sino porque ha salido ya de los límites de Oriente Medio. La realidad es que la nueva escalada en torno a Idlib demuestra que el conflicto sirio tiene importantes repercusiones internacionales. Turquía abrió esta semana sus fronteras con Grecia a refugiados sirios tras el ataque contra posiciones militares turcas lo que Bruselas calificó como una medida de «presión migratoria con fines políticos». «Turquía abre sus fronteras con Grecia», titula a una de sus crónicas la edición en español de DW TV. Aquí llegamos otra vez a la pregunta de qué parte tiene más problemas a causa de algo tensas relaciones entre Turquía y la Unión Europea. Como hemos visto, las pérdidas sufridas por la OTAN y la UE por no encausar buenas relaciones con Erdogán son más penosas y palpables en comparación con la «débil posición de Erdogan». El diario español El País destaca el viernes que justo antes de sentarse con Erdogan, Putin discutió la situación en Idlib con el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, quien se reunió con el presidente turco en Ankara el miércoles. Según escribe El País, el Kremlin dijo que Michel informó a Putin sobre los esfuerzos de la UE para bloquear el flujo de migrantes. Como hemos dicho ya, la UE acusa a Turquía de desencadenar una «presión migratoria con fines políticos». No obstante, destacan nuestros colegas españoles, tras la cita con Putin fuentes del Gobierno turco recalcaron que el acuerdo con Moscú “no supone un cambio” en la política respecto a su frontera con la UE, donde ha abierto las puertas a los migrantes que quieran abandonar territorio turco. «Para que haya un cambio en este sentido, Turquía insta a la Unión Europea y a EE UU a cooperar en la solución del drama humanitario en Siria y a llevar a cabo medidas «de construcción de confianza», por ejemplo el despliegue de más baterías de defensa antimisiles
EEUU baraja conflicto nuclear como una opción política

El Gobierno de Rusia alertó este viernes que Estados Unidos se estaría planteando el uso de armas nucleares como una alternativa política. La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, hizo una declaración al respecto durante su rueda de prensa semanal. “Al parecer Washington decidió considerar el conflicto nuclear como una opción política real. Los estadounidenses modernizan su arsenal nuclear para dotarle de nuevas capacidades, lo que eleva la probabilidad de que las empleen”, declaró Zajárova. Zajárova indicó que genera preocupación, en particular, el programa de Washington para aumentar la gama de armas nucleares de baja potencia. El tratado START III de armas nucleares, que vence el 5 de febrero de 2021, es el único acuerdo que vincula a Rusia y Estados Unidos después de que Washington rompiera definitivamente en agosto pasado el Tratado INF de misiles de medio y corto alcance. La Casa Blanca hasta el momento no ha anunciado su intención de prorrogar el START III. En tanto, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en el marco de su visita a Finlandia, hizo en la rueda de prensa final en Helsinki unas declaraciones importantes. Destacamos que el ministerio de Defensa de Rusia comentó la situación en torno de la provincia siria de Idlib que sigue siendo la piedra angular del arreglo del conflicto en la República árabe. En tanto, el presidente de EEUU, Donald Trump, apoyó recientemente la iniciativa de Rusia de celebrar una cumbre de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, reveló el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, al hacer el martes el balance de su visita a Finlandia. China desplegó un nuevo escenario para la cooperación con Japón y Corea del Sur en la superación de las consecuencias económicas del coronavirus. China se propone adoptar medidas de apoyo específicas a las empresas con participación de inversiones de esos países. China puede crear en el ejército tropas de seguridad biológica. En palabras del portavoz del Ministerio chino de Defensa, Wu Qia, la epidemia de coronavirus puso en evidencia la importancia de la protección biológica. Estos y otros temas en el programa dominical “7 Días”.
Coronavirus: ¿una plaga mortal para la economía mundial?

La economía mundial también es un huésped del coronavirus, que le provocaría un bajón de un 0,1 y un 0,2% en las estimaciones de su crecimiento para 2020, y que en un principio se calculaba en un 3,3%. De ello dejó constancia la directora gerente del Fondo Monetario Internacional [FMI], Kristalina Georgieva. El cisne negro de los cisnes negros En una intervención en el Foro Global de Mujeres 2020 en Dubái, Georgieva apuntó días atrás que si el coronavirus se contiene de forma rápida, la caída brusca que sufriría la economía mundial sería seguida de una «recuperación muy rápida», lo que se conoce como una curva V. No obstante, estimó que aún es muy temprano para conocer el impacto exacto y real del virus. «Es evidente algo que se decía anteriormente, medio en broma, medio en serio, que decía que si la economía china se resfriaba, el mundo entero iba a sufrir», apunta el economista José Luis Carretero Miramar. El analista incide en que estos efectos han sido muy fuertes por las cadenas de suministros globales que en algunos casos se han detenido. «En otros casos además se ha producido un fuerte impacto sobre la economía china en el sentido de que el año nuevo chino prácticamente se ha paralizado, con lo que ha representado para las ventas y el consumo este gran gigante económico global; al mismo tiempo se han paralizado fábricas, tiendas, grandes empresas de distribución industriales internacionales; al mismo tiempo esto ha afectado a las cadenas industriales de valor internacionales», detalla Carretero Miramar. Pero hay alguien que parece que ya está absolutamente empapado en el conocimiento, y no es otro que el presidente de EEUU. Donald Trump, vestido de oráculo, vaticinó: «Mucha gente piensa que se va a ir en abril con el calor. A medida que el calor llegue. Normalmente, se irá en abril». Sin embargo, tras sus palabras llegó alguien que en primera instancia tendría más autoridad que él para saber qué rumbo puede tomar, o no, el coronavirus. El director de la Organización Mundial de la Salud [OMS], Tedros Adhanom Ghebreyesus: «Permítanme ser claro: es imposible predecir qué dirección tomará el brote de covid-19. Lo que sí puedo decir es lo que nos anima y lo que nos preocupa». Lo que sí se puede verificar, es que el coronavirus viene a ser el ‘cisne negro de los cisnes negros’, ya que en sus escandalosas predicciones anuales el Saxo Bank fue incapaz de predecirlo. «El coronavirus dio lugar a toda una serie de efectos económicos que son mucho más grandes de lo esperado, al margen de que también se han sobredimensionado en algunos momentos de una manera muy clara quizá con intencionalidades políticas», concluye José Luis Carretero Miramar
Recesión en Alemania: ¿un virus mortal para Europa?

Desplome. Fue el que sufrió la industria de Alemania en los últimos 12 meses en un 7%, mientras la caída de los pedidos de las fábricas nacionales no le van en zaga en este sentido: cayeron por debajo del 2%. En otras palabras, la producción industrial de la locomotora de la economía euro se hundió durante el pasado año 2019. Recesión. Una palabra que para la economía viene a ser como un sinónimo de ‘peste’, de un ‘virus’. Y recesión es la palabra que ahora va atada a la desaceleración que ha sufrido Alemania y que durante los últimos años fue burlada por muy poco, exacerbada por un cisne negro inesperado: el coronavirus. Pero si con ese virus no fuera suficiente, se suma algo que por sabido, no es menos peligroso para la situación económica delicada que enfrenta Alemania —y el resto de Europa por ósmosis—, y que son la guerra comercial iniciada por el presidente de EEUU, Donald Trump, quien además animó en una clara injerencia en otro país, a otro de los factores desestabilizadores: el Brexit. La desaceleración del ciclo expansivo también alimenta a este monstruo. De acuerdo a estos tres imponderables —guerra comercial, brexit y coronavirus—, «Europa sufre más porque no venía con tanta fuerza de crecimiento como lo venía haciendo el resto del mundo antes de la desaceleración del 2019, y como consecuencia, cuando el mundo se desacelera, Europa se desacelera más y Alemania sufre. Y sufre básicamente también porque su nivel de exportaciones se ve afectado por la guerra comercial», explica el economista Luis Palma Cané. Otro de los datos más inquietantes y reveladores de las dificultades que enfrenta Berlín es que sólo en diciembre pasado la producción industrial cayó un 3,5% respecto a 2018. Al respecto, Palma Cané señala que hay un escenario de la economía europea complicado, con un crecimiento lento, y apunta a que la Comisión Europea ha bajado las predicciones de crecimiento de este año consolidadas en alrededor del 1%. El analista incide en que al ser Alemania «la locomotora de la economía europea por ser la primera economía del bloque comunitario con más del 25% de su producto bruto, y la cuarta economía del mundo, lo que pase en Alemania pega fuerte a la economía de la UE, pero también a la economía global», indica el economista argentino. En este contexto, y consultada por Expansión sobre si la Unión Europea pueda acabarse si hoy hay unos ‘EEUU de Europa’, Alicia García Herrero, economista jefe para Asia-Pacífico de Natixis y senior fellow del think tank europeo Bruegel, respondió afirmativamente. «El mundo ha cambiado y nuestro modelo ha desaparecido. Pero lo que más me preocupa es que en Europa no hay ninguna discusión de proyecto de nación. Desde Asia está más claro que el agua: hay demasiados Estados, y más estados que todavía quieren ser otro estado. Creo que esto nos paraliza. La verdad es muy simple: sin ser un Estado nación no podemos permitirnos ser, ya no una gran potencia, sino un área económica independiente de EEUU y de China. Si no, la Unión Europea se va a partir en dos: vasallo de China, vasallo de EEUU, y no va a haber más», respondió contundente García Herrero. Palma Cané coincide con este concepto. «Acá el punto crucial es si vamos a tener más o menos UE. Creo que es de vital importancia que la UE se consolide y termine de desarrollarse, porque la UE, más allá de la salida de Inglaterra que para mi es muy negativa, lo que está en juego acá es la integración de Europa: o consolidamos la Unión, o se desintegra», concluye Luis Palma Cané.
La Oferta Cultural del Fin de Semana por Gustavo Corvalán

En dialogo con FRECUENCIA ZERO, el licenciado en turismo Gustavo Corvalán, recorrió las fiestas y encuentros locales, provinciales y nacionales característicos de su columna habitual de los martes.
La Liga rusa de fútbol calienta motores tras parón invernal

Para la alegría de los aficionados rusos al fútbol, el pasado fin de semana se reanudó la Premier Liga de la temporada 2019/2020 tras el parón invernal marcada por el liderazgo convincente del Zenit San Petersburgo. Como era de esperar, el mayor interés de los expertos y los fans rusos suscitaron los partidos disputados por los clubes que en las restantes once jornadas aspiran terminar la Liga en la llamada «zona de las copas europeas», es decir, entre los primeros cinco clasificados. Se trata del Zenit San Petersburgo, el líder de la clasificación tras 19 jornadas, seguido por el Krasnodar, el Rostov, el CSKA y el Lokomotiv. Sin lugar a dudas, el plato fuerte de la vigésima jornada y la primera en la fase primaveral, ha sido el choque entre el Zenit y el Lokomotiv, disputado en San Petersburgo en el estadio que acogerá algunos partidos de la Eurocopa 2020. El Zenit abrigaba la gran tentación de aumentar la distancia de diez puntos que lo separaba del segundo clasificado, el Krasnodar, al tiempo que los «ferroviarios» dirigidos por el carismático técnico Yury Siomin, se proponían recortar la diferencia de once puntos que les separaba del Zenit y así subir en la tabla clasificatoria liguera. A primera vista, el club anfitrión se perfilaba como favorito, pues aparte de jugar como dueños de casa, el Zenit cuenta con un plantel de jugadores de calidad, entre los que destacan el veterano ruso Yury Zhirkov, o los internacionales como el serbio Ivanovic, el ucraniano Rakitski, el colombiano Barrios, el argentino Driussi, o el exbarcelonista brasileño Malcom. Sin embargo, el comando técnico del equipo ferroviario puso al zaguero alemán Benedikt Höwedes, para atinadamente frenar a Malcom. En el medio campo Solomón Kverkvelia y el joven Stanislav Magkéev hacían un bloque de contención y empezaban los ataques esporádicos moscovitas. Los delanteros Éder, Miranchuk y Mario presionaban las salidas de Ivanovic y Rakitski. El Zenit también cortaba drásticamente al polaco Grzegorz Krychowiak; y al internacional ruso Alexéi Miranchuk. El partido se tornó accidentado y ambos equipos acumularon 12 faltas en el primer tiempo. A falta de goles, el entrenador del Lokomotiv Moscú se convirtió en la figura del encuentro, al recibir 2 tarjetas amarillas, la primera en el minuto 14, y la segunda 15 minutos después, por lo que fue expulsado del banquillo. Las airadas protestas del técnico del Lokomotiv tenían como fundamento el «mal arbitraje» del moscovita Yevgueni Turbín, quien, en opinión de Siomin, debía de castigar con cartulina amarilla a Wilmar Barrios, del Zenit, por su jugada agresiva contra Höwedes. En el segundo tiempo, los locales dirigidos por Serguéi Semak, intensificaron sus líneas ofensivas, pero el portero del Lokomotiv y de la selección de Rusia, el brasileño naturalizado Marinato Guillerme respondió con altura. El delantero iraní Cerdar Azmun, que entró al campo de juego con la camiseta del Zenit en lugar del argentino Driussi, pudo poner en ventaja a los locales, pero nuevamente el número 1 de la selección nacional de Rusia salvó su valla. En los últimos minutos, el Lokomotiv hilvanó un fulminante contrataque que Alexéi Miranchuk no pudo concretar. El partido terminó en un empate a cero, pero dejó buen sabor de boca, pues los dos clubes mostraron que no en vano habían pasado su concentración previa a la reanudación de la Liga El empate entre el Zenit y el Lokomotiv les permitió a ambos mantenerse en sus posiciones clasificatorias, la primera y la quinta, respectivamente. Hablando de otros partidos de la jornada merece la pena destacar el encuentro entre el Krasnodar y el Ufá, pues el club norcaucásico es el único de los líderes ligueros que logró vencer y consolidar su segunda posición. Tras vencer al Ufá por 2-0, el Krasnodar sigue en la segunda posición, con 38 puntos, es decir, tiene 8 menos que el Zenit, y 3 más que sus perseguidores: Rostov, CSKA y Lokomotiv. Hablando de los aspirantes al medallero de la Premier Liga rusa, hay que destacar que el CSKA Moscú sacó un magro empate a uno en casa, ante el Ural, al tiempo que el Rostov apenas evitó una derrota frente al Ahmat, en la capital chechena, donde logró marcar un gol de empate. También vale la pena decir algunas palabras sobre el partido disputado en Sochi por el club del mismo nombre y el Arsenal de Tula, ambos en la zona del descenso, y, como no, del tan esperado derby moscovita Dinamo-Spartak. El partido en Sochi tenía su «valor agregado» pues salió al campo con la camiseta de este club el ex internacional ruso Alexandr Kokorin, quien hacía ya 500 días no había tenido actividad futbolística por castigo judicial. El exdelantero del Zenit, Kokorin con su gol de factura que anotó en el minuto 64 y su activo accionar en el campo de juego está manifestando su deseo de volver a ser un artífice de las líneas atacantes de la selección nacional de Rusia. Sin embargo, el Sochi fue derrotado por 1-2 y es candidato número uno a abandonar la Premier Liga por ser el colista con 15 puntos, 4 menos que el penúltimo clasificado, el Krilia Sovétov que, sea dicho de paso, empató a uno frente al Oremburgo en la jornada número 20. Y en lo que se refiere al tan esperado encuentro entre los legendarios clubes capitalinos, el Dinamo y el Spartak, se puede afirmar que no frustró las expectativas. Los aficionados que llenaron a tope las gradas del remodelado estadio Lev Yashin, del Dinamo, fueron testigos de un vibrante choque que terminó a favor de los visitantes (0-2), dirigidos por el joven técnico italiano-alemán Doménico Tedesco, de 34 años. Tras sumar tres puntos, el Spartak desplazó al Dinamo de la novena posición clasificatoria en la que se colocó con 25 puntos, uno más que el club del legendario «Araña Negra», Yashin. Resumiendo, podemos decir que la primera jornada primaveral de la Premier Liga rusa no abundó de goles: tan solo 13 en 8 partidos, pero permitió formarse una opinión de la forma de
Clinton ha vuelto

Esta semana hablaremos de un nuevo ataque contra el presidente estadounidense, Donald Trump, para impedir su reelección en los comicios de 2020. Mientras Trump ha demandado al diario The New York Times por difamación y ha acusado al periódico de publicar intencionadamente una historia «falsa» relacionada con las investigaciones sobre presuntas injerencias rusas en las elecciones presidenciales del 2016, la excandidata presidencial de Estados Unidos, Hillary Clinton, aseguró que el presidente ruso, Vladímir Putin, «ordenó a su servicio de inteligencia» que la investigara en 2016. Trump puso la demanda en la Corte Suprema de Manhattan y busca millones de dólares por daños porque, a su juicio, el rotativo neoyorquino publicó “falsamente” que había una «conspiración con Rusia» como un hecho verídico. Ya nos hemos referido al tema en uno de nuestros programas anteriores… Y no hay más remedio que retomarlo. «Trump denuncia una conspiración en su contra de la Inteligencia y el Partido Demócrata de EEUU», titula la edición en español de RT. Los hechos se remontan al 27 de marzo del pasado año y la campaña del presidente estadounidense hace alusión a un artículo del periodista Max Frankel titulado «The Real Trump-Russia Quid Pro Quo» («El quid pro quo real entre Trump y Rusia»). En un comunicado la asesora jurídica de la campaña de Trump, Jenna Ellis, expresó que han decidido demandar porque el The New York Times dijo que la campaña tenía un «acuerdo general con la oligarquía de Vladimir Putin para ayudar a la campaña contra Hillary Clinton a cambio de una política exterior pro-Rusia y un alivio en las sanciones económicas». La verdad es que lo veo difícil para la campaña de Trump, porque probablemente tendrán que poner varias denuncias contra The New York Times porque ese mismo diario publicó hace poco la información de que el Kremlin ya está injiriendo en la campaña de 2020 para asegurar la reelección de Trump. El periodista internacional Alberto Rabilotta considera que se trata de una «fabricación y de una conspiración absurda». No obstante no todos están de acuerdo con semejante enfoque. La excandidata presidencial de Estados Unidos, Hillary Clinton, reapareció en público esta semana para cargar con fuerza contra la campaña electoral de Trump. Clinton afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, quiso vencerla en las elecciones de 2016 y «ordenó a su servicio de inteligencia» que la investigara. Además, Clinton asegura tener grabaciones de generales rusos dándole órdenes a sus subalternos para «perseguirla». En una rueda de prensa en la Berlinale, Clinton se refirió de manera directa al presidente ruso del que dijo estar segura que no la «malinterpretó». «Creo que sabía perfectamente quién era y que me pondría en pie por la libertad y la decencia y para crear relaciones fuertes entre las democracias occidentales para defender Europa y la OTAN», afirmó. La tesis de Clinton es que «cuando Putin ordenó a su servicio de inteligencia a que fueran a por ella y dijeran cualquier cosa negativa que pudiera decirse, no fue porque no me entendiera, fue porque quería derrotarme». Este discurso de Hillary Clinton provoca varias preguntas sin respuesta. La primera y la más importante es ¿realmente cree la excandidata a la presidencia que alguien es capaz de creer que ella tiene «interceptaciones de citas de los generales» rusos? Y, por cierto, ¿qué quiere decir cuando dice «tenemos»? Si es que realmente las tienen la próxima pregunta que surge es ¿cómo las han obtenido? ¿Con qué métodos legales? Da la impresión de que Clinton tiene sus propios servicios de inteligencia que al parecer son los mejores del mundo a juzgar por los resultados de su trabajo. Pero si volvemos a analizar los acontecimientos de la campaña presidencial de 2016 veremos que en la realidad no es así, ni mucho menos. La verdad es que todas esas revelaciones de Clinton me causan la sensación de déja vu. Aunque a lo mejor ya pocos se acordarán, pero Clinton y los demócratas decían cosas muy parecidas en 2016 sobre Trump y Putin. «Clinton acusa a Trump de ser ‘amigo’ de Rusia y de Putin», titulaba a una de sus reportajes la Televisión Española en 2016. El hecho de que Clinton aparezca ahora con la misma tesis de que «Trump es un amigo de Putin» quiere decir que las cosas van muy mal para los demócratas y que es muy probable que realmente gane Trump las próximas elecciones. Cabe destacar que las palabras de Clinton tienen ahora, cuatro años después, aún menos credibilidad. Porque los demócratas y sus aliados han gastado estos cuatro años precisamente para demostrar que hubo un complot entre Trump y Putin para ayudarle a ganar la presidencia. Y no lo han conseguido, ni mucho menos. Por eso al parecer lo único que pueden hacer ahora los adversarios de Trump es volver a demostrar al público a Hillary Clinton con las mismas acusaciones y utilizar las páginas del mismo The New York Times para anunciar que Rusia ya está injiriendo en la campaña electoral de 2020 para ayudarle a Trump conseguir su segundo mandato. En los últimos días las noticias relacionadas con la campaña presidencial que nos llegan de Estados Unidos provocan una fuerte sensación de déja vu. «La sombra de Rusia vuelve a posarse sobre las elecciones de Estados Unidos», titula a uno de sus reportajes CaracolTV. Por el momento la campaña de Trump ha demandado a The New York Times por los hechos que se remontan al 27 de marzo del pasado. La asesora jurídica de Trump, Jenna Ellis, precisó en un comunicado que han decidido demandar porque el diario afirmaba que Trump tenía un acuerdo con la oligarquía rusa para ayudar a la compaña contra Hillary Clinton a cambio de una política exterior pro-Rusia y un alivio en las sanciones económicas. Ahora, en 2020, parece totalmente evidente que se trata de información «cien por cien falsa y difamatoria» y a juicio de la campaña del presidente el diario neoyorquino lo publicó siendo consciente en el momento «de la falsedad». Según la asesora
COVID-19 amenaza los Juegos Olímpicos en Tokio

Dick Pound, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), asegura que tienen tres meses para decidir si los Juegos Olímpicos de 2020, programados para llevarse a cabo en Japón entre el 24 de julio y el 9 de agosto, deberían celebrarse o no en medio de la propagación del coronavirus. El que es el miembro más antiguo del COI admitió que, si no se puede garantizar la salud y la seguridad de los deportistas y los visitantes, «es probable que se esté considerando una cancelación», aunque no lo ve muy evidente. El Vicepresidente de la Asociación Internacional de la prensa deportiva Nikolai Dolgopolov opina que «para el verano queda aún bastante tiempo. Nadie puede suponer con qué grado de celeridad y en qué países se va a desarrollar esta epidemia. El virus es a tal punto fuerte y peligroso que, cualquiera de nuestras conjeturas resultan aquí fútiles». En tanto, la Organización Mundial de la Salud, valoró los esfuerzos que está tomando Rusia para enfrentar el coronavirus. Los éxitos en tal dirección fueron destacados por el titular de la OMS, Tedros Ghebreyesus. Destacamos que Rusia cuestiona la conveniencia de involucrar a Francia y Alemania en las consultas ruso-turcas sobre la zona de distensión siria de Idlib, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, en su rueda de prensa semanal. Entre Ankara y Moscú no existen problemas en cuanto a la situación en la zona de desescalada en Idlib, declaró el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar. Según él, los enemigos de los militares turcos en Idlib son las tropas gubernamentales sirias y destacó que Ankara continuará las negociaciones con Moscú. En otro orden, los senadores estadounidenses Chuck Schumer y Sherrod Brown, ambos del opositor Partido Demócrata, llamaron al presidente Donald Trump a que aplique sanciones contra Rusia, luego de reportes de prensa que indican que Moscú estaría intentando interferir en las elecciones nacionales de este año. Estos y otros temas en el programa dominical 7 Días.
Trump y la paranoia

En esta edición de nuestro programa hablaremos de cómo ha reaparecido en las portadas de los medios internacionales el tema de la intromisión rusa en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y no solo se trata de la llamada «trama rusa» que se refiere a las elecciones de 2016, sino también de la presunta intromisión del Kremlin en la campaña presidencial del año en curso. Lo curioso es que ambos temas coincidan esta semana y claramente no se trata de una casualidad. Cuando ya perecía que es difícil añadir algo nuevo al tema de la «trama rusa» de 2016 que ha marcado el primer mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, los medios internacionales soltaron una nueva «noticia bomba». A juzgar por los titulares, efectivamente se trata de algo sensacional. Nuestros colegas aseguran que Trump le había ofrecido al fundador de WikiLeaks Julian Assange el perdón presidencial a cambio de testificar que Rusia no tenía nada que ver con el ataque cibernético contra el Partido Demócrata en 2016. Eso es lo que dicen algunos titulares. «¿Ofreció Trump perdón presidencial a Assange y a cambio de qué?», se pregunta la edición en español de la CNN. Hay que destacar que la versión de la CNN es bastante moderada y el titular de la crónica es inteligente. Más bien se preguntan si realmente pudo haber sido así. Mientras tanto, las primeras noticias sobre el tema no dejaban lugar a dudas sobre si ofreció o no Trump el perdón presidencial a Assange a cambio de un trato sucio. Por ejemplo, la agencia española EFE titulaba a una de sus crónicas desde Londres el pasado 19 de febrero: «Donald Trump le ofreció el indulto a Julian Assange si negaba la implicación de Rusia en la filtración de los correos de Clinton». Un titular muy detallado que prometía una historia muy clara y una verdadera noticia bomba. Pero a continuación no encontramos nada de lo que prometía ese titular tan sensacionalista. Ni mucho menos. No hay más explicaciones en la crónica. El abogado de Assange asegura que tiene un testigo que sostiene que Trump le había ofrecido un trato sucio al fundador de WikiLeaks a través del antiguo congresista republicano Dana Rohrabacher. Intentemos ver toda esta historia como la ve un lector normal y corriente, un lector inocente. Se entiende que Assange recibió una visita del antiguo congresista republicano que pudo haberle ofrecido un trato. Pero lo que falta en esta crónica es cuál es la relación entre el congresista y el presidente estadounidense. Un eslabón clave por decir algo. No sabemos si ha sido un error del periodista que escribió la crónica o bien ocurrió por la escasez de los datos que tenía a su disposición. Pero al día siguiente ya casi todos los medios añadían que Dana Rohrabacher visitó a Assange por encargo personal de Trump. La verdad ese detalle añade poco a la credibilidad de toda esta historia. Más aun, porque no lo dice el propio Assange a través de sus abogados. Y como hemos visto también el presidente Trump ha desmentido que había ofrecido un trato al fundador de WikiLeaks. Por cierto, no ha sido la única «noticia bomba» relacionada con la injerencia rusa en los procesos electorales en Estados Unidos que Trump desmintió la semana pasada. También tuvo que dar la cara para desmentir en contra de lo que dicen sus servicios de especiales la información de que Rusia le está ayudando a ganar las elecciones de este año. ¿Vuelve y juega injerencia rusa en elecciones de Estados Unidos?, se pregunta en una de sus crónicas Caracol TV. Así que la sombra de Putin vuelve a plantearse sobre Washington. Nada más y nada menos. Y vuelve a circular un nuevo tema de la intromisión rusa que apenas explica algo. Un jefe de inteligencia que informa a la Cámara de Representantes de que Putin ya está allí sin que Trump supiera nada. La revelación que enfureció a Trump, quien se quejó de que los demócratas podían utilizar la información en su contra. Hay que reconocer que algunos medios ya no pueden tomarlo totalmente en serio. Por ejemplo la agencia Associated Press se pregunta: «¿Otra vez? Aseguran que Rusia está interfiriendo en la campaña electoral en EEUU». Nuestros colegas ponen un titular que dice que «El fantasma de Putin y la injerencia rusa vuelve a sobrevolar el proceso eleccionario en Estados Unidos». Pero en la realidad no hacen ninguna afirmación definitiva. Solo informan de que unos funcionarios de inteligencia dicen que Rusia está interfiriendo en la elección de 2020 para tratar de ayudar al presidente Trump a ser reelegido, citando al periódico The New York Times. No obstante, la furia de Trump se ha plasmado en forma muy real. Destituyó al jefe interino de inteligencia nacional (DNI) Joseph Maguire en medio de informes que aseguran que la furia contra el funcionario se desató tras una sesión informativa a legisladores sobre la supuesta intención rusa de ayudarle a Trump a conseguir reelección en los comicios de este año. «Trump reemplaza a jefe de inteligencia tras un informe sobre injerencia rusa», titula la edición en español de la agencia AFP. La reacción de Trump a las advertencias sobre la nueva «trama rusa» parece muy comprensible. Más aun, cuando sonaron unas acusaciones muy serias que implican a Trumo y no se han ofrecido pruebas para fundamentarlas. También es cierto que el hecho de que la noticia de la nueva «trama rusa» en 2020 coincida con la noticia de presunto trato sucio entre Trump y Assange resta credibilidad a ambas historias. Esto es precisamente lo que dice Rusia. «El Kremlin tilda de paranoicas las acusaciones de injerencia en las primarias de EEUU», titula la agencia Sputnik a una de sus crónicas. Haciendo un resumen podemos decir que tenemos todos los elementos de una campaña mediática que pretende impedir la reelección de Trump aprovechando el llamado «factor ruso». Por un lado, los abogados de Assange de repente revelan que tienen un testigo de que Trump le había