José Castillo, analista económico, analizó el rol de la Argentina en medio de “un mundo capitalista en crisis”, una crisis que considera “crónica” desde la caída de Lehman Brothers en 2008: “desde entonces, la economía mundial nunca recuperó los niveles de crecimiento del periodo anterior, y después de la pandemia vino el fenómeno de la inflación en países desarrollados, que no pasaba desde los años 70”, explicó.
En este contexto, el especialista indicó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que el gobierno argentino mantuvo tres políticas de estado en materia económica, las cuales atravesaron los últimos gobiernos, a pesar de pertenecer a distinto signo político. La primera política sostiene a la Argentina “como un país semi colonizado por Estados Unidos”, sobre todo desde la segunda mitad del Siglo XX, tras destronar la influencia del imperio británico en la región. No obstante, Castillo aclaró: “en el Siglo XXI, EE.UU sigue siendo el país más poderoso del mundo, pero tenemos que tener en claro que es una potencia en decadencia, y aparece como un jefe viejo que no tiene el músculo suficiente como para sostener su influencia, aunque para países como el nuestro, con un ligero soplido alcanza”.
La segunda política se vincula con las relaciones comerciales con China, cuyas primeras negociaciones se desarrollaron en las gestiones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, pero “luego Macri amplió el SWAP con China y Alberto siguió ampliándolo”. Sin embargo, el analista especificó que “la particularidad de la crisis capitalista es que China ya no crece como antes; si bien es un mercado gigantesco, ya no es la locomotora que tan fácilmente podía arrastrar a algún país delante de ella”. Asimismo, sostuvo que, a pesar de que el país asiático tenga deflación, “eso es sinónimo de recesión”.
Por último, la tercera política es el mantenimiento de relaciones estratégicas con Brasil, a quien “le vendemos más que a China y Estados Unidos”. Los acuerdos entre ambos países sudamericanos comenzaron durante la gestión de Raúl Alfonsín y luego se ampliaron con Paraguay y Uruguay durante el menemismo, época en la que se conformó el Mercosur, “una plataforma que le permite a la Argentina exportar al mundo”. Pero, Castillo alerta sobre la incidencia del conflicto de la hidrovía del río Paraná, ya que Paraguay y Brasil no quieren “pagar peaje”, con lo cual las relaciones diplomáticas podrían tambalearse.