Luego de participar en el acto a tres años de la Tragedia de Once, la banda que más creció en los últimos años se desmarca del gobierno y de la oposición y planta bandera: “cuando hay impunidad, ahí nos hacemos presentes”.
Entrevista en el programa ABRAN PASO
El recital de Las Pastillas del #22F fue breve pero contundente. Seis temas precisos que musicalizaron una noche de sentimientos encontrados. Canciones dedicadas a los familiares “que se juegan el corazón en la lucha contra la impunidad” y también a esos políticos que cuando estallan las tragedias, de las cuales son responsables, lo primero que intentan es “zafar el culo y desligar culpas hacia otro lado”. ”Gobiernos procaces”, los bautizó la banda, sintetizando con claridad la atmósfera política de la última década.
Tal vez por eso Paolo Menghini no pudo ocultar su admiración al presentarlos. “Una banda con los huevos bien puestos” la definió. Más tarde y ya en la sala de ensayo, Juan “Piti” Fernández y Diego “Bochi” Bozzalla, voz y guitarra de Las Pastillas del Abuelo, agradecerán el comentario aunque lo consideren excesivo: “Tampoco creemos que seamos tan valientes”. Lo cierto es que, sacando cuentas, ellos dos fueron los únicos músicos que decidieron participar del acto a tres años de la peor tragedia de trenes de nuestro país.
¿Cómo se sintieron en el escenario?
-Piti: La gente nos hizo sentir muy cómodos pero es incómodo el por qué. También es vergonzoso. Yo tengo una hija de 7 meses, muchos somos padres, y viendo eso te replanteas a qué país la traés, con qué prioridades y valores, con qué Gobierno. Pero después seguís adelante y reforzás la esperanza creyendo que también hay que traer gente buena para que esto no suceda más.
Participan de varias movidas políticas y sociales, ¿parte de eso se vuelca en la música que componen?
-Piti: Creo que sí. Cuando la cosa es por lo público, cuando hay impunidad o actos de corrupción y situaciones que dan vergüenza, ahí nos hacemos presentes. Es nuestra pequeña forma de querer cambiar un poco la realidad con el arte. No sé cuánto efecto real tenga, yo creo que en la buena gente tiene efecto, pero estamos ahí, acompañando.
¿Cómo se mueven en este clima político tan polarizado para no quedar encasillados?
Bochi: Siempre te pueden acusar de encasillamiento, pero cosas como lo de Once o como fue Cromañón hace un tiempo van más allá de quién esté de qué lado, o qué partido este en el gobierno. Pasa por una actitud. Ni en la Tragedia de Once ni en Cromañón, (el ex jefe de Gobierno) Ibarra y (la presidenta) Cristina pararon la pelota y dijeron ”esto pasó en este Gobierno y yo estoy a la cabeza, disculpen, me hago cargo”. Todo el mundo primero intenta zafar el culo y desligar culpas hacia otro lado, y esa es una actitud muy cobarde de parte de una persona que supuestamente estaba dirigiendo la Ciudad de Buenos Aires en aquel momento, o que actualmente dirige el país. Eso creo que es lo que más molesta a la sociedad.
-Piti: ¿Vos decías, a dónde se posicionan en un momento donde se está de un lado o del otro? En ninguno de los dos. Hay una tercera posición también. Uno es libre y también puede estar ahí. Nosotros el domingo tocamos “Postura” y “Gobiernos procaces” que son dos temas que claramente usamos para protestar contra todos los gobiernos, los Pro y los K, pero también por las dudas tiramos “Viles Medios”, que habla de los monopolios de la comunicación, tanto de un lado como del otro, de Clarin como de los que hace (el empresario) Diego Gvirtz, porque cuentan la historia que quieren. Nosotros fuimos a Duro de Domar y gracias a la luz verde de Tognetti, al que le agradecemos, pudimos tocar “Gobierno procaces” y “Viles medios”, para nuestro gran enemigo (el titular de Grupo Indalo) o Cristóbal López, y seguiremos haciendo cosas así. La otra vez tocamos en el Rockea en La Plata y justo se larga a llover, y bueno… (Daniel) Scioli, tenés que trabajar. Gracias por contratarnos, pero hay que trabajar. La plata del pueblo también es para que toque gratis una banda que la gente quiere, y eso lo agradecemos, pero igual en el micrófono te vamos a decir que tenés que trabajar. Scioli, Macri, Cristina, hay que trabajar.
Tomar posición, ¿Les genera responsabilidad?
Piti: Sí, está buena la palabra. Yo le agregaría compartida. Es una responsabilidad compartida. Yo soy responsable de lo que digo. Vos sos responsable de lo que escuchás, que no es lo mismo que lo que yo digo, porque vos escuchás con tus palabras e ideas. Entonces sí, es una gran responsabilidad pero también nos deja tranquilos nuestra parte de la responsabilidad, que puede tener fallas, pero es compartida. Y eso ayuda.
Una de las pocas veces que pude ver al grosso del Chizzo le dije “vos influís en la gente”, y no le gustó mucho la palabra influir. “No, no, influir yo no influyo nada”, me dijo. “Sabés qué pasa, todo lo que vos digas algún día se te va a poner delante”. Y en ese sentido es verdad lo que dice el Chizzo. Yo me he tirado en contra de los Viles Medios, le dediqué una canción tres cuartos a Clarín y un cuarto a Gvirtz, porque todavía no estaba muy seguro de lo que iba a pasar. Hoy estoy prácticamente seguro que tendría que haberle dedicado un 50 por ciento a cada uno. Pero en ese momento recién se destapaba la olla y la historia era otra, y ahora se me pone delante. O sea, estas en contra de Clarín, pero en 6,7,8 no se habla de la megaminería ¿y estas a favor de eso? No, para nada. La megaminería, Chevron, Monsanto son barbaridades, vergüenzas que tiene la Argentina hoy, diferentes a la que tendrá el grupo Clarín desde la época de bancar a los militares, pero no menos importantes; diferentes. En definitiva, al final, se te pone delante todo.
Las palabras de Piti quedan resonando. Son los riesgos (y las virtudes) de poner el oído en el ahora, de registrar lo que sucede pero desde el lugar de los hechos, no sólo con lo que cuenta la pantalla. “Creo que se piensa más sanamente cuando las ideas surgen del contacto directo con las cosas que cuando se miran las cosas con el fin de encontrar tal o cual idea” escribía el pintor Vincent Van Gogh hace más de un siglo. Piti escucha la frase y asiente con la cabeza. Comenta que justo en estos días está leyendo a J.J. Rousseau, otro pensador incómodo para el Poder, que escribía mientras caminaba. “Tengo ganas de hacer algo así” se entusiasma.
Seguramente parte de todo esto quede plasmado en el próximo disco, ese que ya están cocinando en la sala, lugar al que tienen que volver porque, queda claro, Las Pastillas del Abuelo nunca dejan de estar en movimiento.
Nota: Alejandro Volkind