El empresario franco-ruso, Pavel Durov, fue detenido en París como consecuencia de una investigación policial respecto de las facilidades de Telegram para el desarrollo del crimen organizado y demás actividades ilícitas. La red social de mensajería, que cuenta con más de 500 millones de usuarios en todo el mundo, está en la mira de la UE por no cumplir con los requisitos de moderación, por lo que ya se encuentra vetada en varios países de la Zona Euro. El hecho destapó un debate sobre el conflicto de intereses entre los Estados y las redes sociales.

En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Tobías Belgrano, especialista en política internacional, analizó lo sucedido y resaltó la historia de Pavel Durov, quien debió emigrar de Rusia debido a que la app fue utilizada por grupos pro-Maidán: “él era considerado un luchador de la libertad porque los Estados autoritarios no podían controlar Telegram, pero lo que está pasando es que se está trasladando la discusión a las democracias”. En este sentido, reflexionó: “si internet es como una calle, ¿quién se hace cargo de su control? ¿el dueño del local o el Estado?”.

Tobías Belgrano, especialista en política internacional.

Tobías Belgrano expresó que “se pueden incorporar condiciones a las redes sociales siempre y cuando sea desde la democracia”: “se piensa que es dictatorial que las redes se ajusten a derecho y ese argumento lo usan los dueños de estas redes como Elon Musk, pero deben existir controles democráticos; si, por ejemplo, las aplicaciones bancarias obligan a verificar la identidad de sus usuarios, ¿por qué las redes no podrían hacer lo mismo?”; se preguntó. De esta forma, el debate queda abierto y parece encaminarse a ser la discusión de la década. 

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