Av. Alberdi y Fonrouge. La circulación se presenta regular, a pesar de que varios comercios están cerrados y son pocos los transeúntes que caminan por la vereda. El Paro Nacional de la CGT modificó la vida de un barrio, de una ciudad y de un país. Todos los transportes públicos, salvo algunas líneas de colectivos, adhirieron a la medida de fuerza, en tanto bancos y escuelas se mantienen cerrados y todas las aerolíneas debieron cancelar vuelos y servicios. Las estaciones de servicio no se sumaron y permanecen abiertas, aunque el suministro de combustible está paralizado. Código de Barras salió a la calle para hablar con los comerciantes y vecinos sobre este particular día.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Jimena, panadera del barrio, explicó que trabaja con la mercadería del día anterior porque sus proveedores no circulaban el día de hoy. Además, agregó: “mis empleados no pudieron venir, no tengo delivery ni hornera, así que vine y cociné yo; sí están comprando en cantidad de las fábricas que están funcionando hoy”. Por otro lado, Julio, un vecino de la zona, pidió “darle tiempo al gobierno y ver si hay alguna solución” a la actual situación económica. Asimismo, relató: “tengo que ir a trabajar y gracias a Dios circulan algunos colectivos porque sino hoy perdería el presentismo”.
Por su parte, Silvana, carnicera de la calle Fonrouge, manifestó: “el paro nos está impactando bastante porque tenemos menos clientes de lo habitual en la mañana, a mí me pagaron el remis para poder venir hoy”. Además, expresó su preocupación por sus clientes: “tengo clientes que son jubilados y me da pena por ellos porque ya no pueden comprar la cantidad de carne que compraban antes”. Lo cierto es que la mayoría de los comercios del barrio debieron abrir para afrontar los elevados gastos de los servicios, como una kioskera de Av. Alberdi que contó que en el último mes le llegó una factura de luz de $500.000.