Desde el pasado viernes se observan, en todo el país, largas filas de vehículos esperando cargar nafta, gasoil y otros combustibles en las diferentes estaciones de servicio. Según representantes del sector, la crisis se desató tras una suma de factores, entre los que se destacan la falta de dólares para pagar buques de provisión, paradas técnicas de refinerías, exceso de demanda por el fin de semana largo y elecciones, entre otros causantes. A pesar de que el gobierno dispuso la importación de 10 buques tras el pago de USD 400 millones, el ministro de economía y candidato presidencial, Sergio Massa, le dio un ultimátum a las petroleras y anunció que, si no se soluciona la provisión, el miércoles ya no podrán exportar crudo.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Jorge Lapeña, ex Secretario de Energía de Raúl Alfonsín y actual presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, criticó el accionar del ministro y expresó: “tiene que explicar si el gobierno dio una cantidad de autorizaciones de exportación que hayan puesto en peligro el abastecimiento interno; está hablando más como candidato que como el máximo responsable del área energética, las explicaciones las tiene que dar él como ministro, en vez de hablar como si lo hiciera desde una tribuna política”. Asimismo, pidió que los funcionarios de la actual Secretaría de Energía y Subsecretaría de Hidrocarburos “salgan a hablar y den informes técnicos precisos” sobre la situación.
En este sentido, Lapeña resaltó que la crisis de provisión “es muy grave” y que “no se puede tratar en clave electoral”: “la economía de la sociedad depende de un suministro energético confiable, contínuo y de precios razonables, si eso no se da, no funciona la Argentina; esto es un bochorno, tuvimos a veces colapsos eléctricos, pero tener un desabastecimiento de combustibles líquidos es algo inusual y vergonzoso”, agregó. Además, denunció la inexistencia de una política de Estado “racional y coherente” en materia energética: “no hay acuerdos entre las fuerzas políticas que se turnan para gobernar la Argentina; en vez de acuerdos y diálogo, hay divorcio”.