Un témpano de 1.550 kilómetros cuadrados, una superficie equivalente a siete veces la Ciudad de Buenos Aires, se desprendió a mediados de enero de la Antártida y se encuentra camino a la Base Belgrano II, adonde se dirige el rompehielos ARA Almirante Irízar.
Carlos Recio, capitán del navío, explicó en FRECUENCIA ZERO que actualmente la embarcación tiene glaciólogos, que es personal de Hidrografía Naval, una entidad dependiente del Ministerio de Defensa. Asimismo, afirmó que se sigue el movimiento del iceberg todos los días para que cuando el rompehielos se acerque a la zona, que puede ser en 3 o 4 días y depende del hielo, se encuentre en el derrota del rompehielo.
«En función del hielo que encontremos en la derrota del rompehielos exactamente en la posición donde esté, poder determinar una derrota, es decir, un camino seguro para llegar a la base (Belgrano II), donde se encuentran 20 argentinos y argentinas que ya hace un año están trabajando; entre ellos, personal militar, científico y civil», contó Recio.
El Irízar actualmente se encuentra en la segunda etapa de la campaña antártica en la base Orcadas, que es una parada obligada antes de ir a Belgrano II, la cual según contó Recio es «la más austral de las bases que tiene Argentina en el continente antártico». Durante la primera etapa, el rompehielo pasó por las bases Petrel, Esperanza, Marambio, Carlini y también Orcadas.