El Gobierno anunció el pasado lunes un bono para adultos sin ingresos. Y ayer el ministro de Economía Sergio Massa confirmó que la inscripción comenzará a partir del 24 de octubre. El «Refuerzo Alimentario para Adultos sin Ingresos –como lo llamó el ministro– será de 45.000 pesos en 2 cuotas de 22.500 en los meses de noviembre y diciembre».
José Castillo, economista, explicó que la situación creciente de pobreza e indigencia no se soluciona con un bono. Pero tampoco es un paliativo, porque estas personas no perciben absolutamente ninguna ayuda social del Estado y no tienen trabajo; son personas al margen de todo.
«Este bono puede ser como el IFE. El grado de marginación y pobreza en la Argentina es tan grande que no se descarta una sorpresa parecida a lo que fue el IFE: el Gobierno decía que calculaba 4 millones de personas y, cuando se habilitó la inscripción, se anotaron 9 millones de personas», apuntó Castillo en diálogo con FRECUENCIA ZERO.
De esta manera, puede ocurrir que el dinero que pretende destinar el Gobierno, 60.000 millones de pesos, para el «Refuerzo Alimentario para Adultos sin Ingresos» sea insuficiente, por la cantidad de personas que se anoten.
Ahora bien, hay un problema de gestión, dado que el Ministerio de Desarrollo Social no tiene un listado de la cantidad de indigentes de la Argentina para poder intervenir ante personas que se puedan morir de hambre.