En conferencia de prensa, la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, anunció el nuevo esquema de tarifas, con quita gradual de subsidios y cupos de consumo, que se aplicará en los servicios de electricidad, gas y agua.

“Esta segmentación ha sido basada en la justicia social y la equidad. Hemos planteado que llegue el subsidio al que más lo necesita y que la población de más ingresos puedan acompañar el ahorro fiscal”, planteó Royón.

De esta manera, el columnista económico José Castillo aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que las tres boletas representarán un total de entre 8 y 10 mil pesos en muy pocos meses. En este sentido, calculó que una factura promedio de luz de $1.600 pasará a $3.100, mientras que el gas también pasará al doble.

Castillo desestimó el concepto de redistribución de subsidios y señaló un tarifazo, que implica un ajuste sobre el bolsillo de gran parte de la población, lo que llevará a una aceleración de la inflación. Para su análisis, las salidas no pueden ser tarifas dolarizadas, con servicios pésimos y sin cumplimiento de inversiones; o subsidios, que mantienen esas ganancias de empresas, con malas prestaciones y sin respetar la actualización en infraestructura.

Según su perspectiva, el único objetivo es ahorrar para cumplir con el plan del Fondo Monetario Internacional (FMI). Un monto (47 mil millones de pesos) que no representa ni el 10% del mínimo al que se debe llegar (500 mil millones de pesos). «Encima hacés todo este desbarajuste, que pegará sobre el bolsillo popular. No es cierto que esto es un aumento para los multimillonarios que llenan la pileta», expuso.