Colombia acudió a las elecciones presidenciales para suceder a Iván Duque y definió que la segunda vuelta –el próximo 19 de junio– tendrá a Gustavo Petro (Pacto Histórico) y Rodolfo Hernández (Liga de Gobernantes Anticorrupción). El candidato de la izquierda sacó el 40,32%, mientras que el representante de la derecha obtuvo un 28,15%.
Este domingo también se presentaron Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia), Sergio Fajardo (Centro Esperanza), John Milton Rodríguez (Colombia Justa Libres) y Enrique Gómez (Movimiento de Salvación Nacional).
Más de 39 millones de colombianos estaban habilitados para votar, en un país donde no es obligatorio. No obstante, la participación fue del 54,9%, transformándose en la más alta en una primera vuelta desde la década del 70.
Desde Bogotá, la presidenta de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias de América Latina y el Caribe (AMARC ALC), Mónica Valdés, analizó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el día después de la elección y a sus candidatos, antes de la contienda del próximo mes.
En este sentido, señaló que Hernández arrastraría votos de la derecha o antipetrista. Además, podría obtener el apoyo de Gutiérrez, representante del oficialismo, para la segunda vuelta. Por su parte, Petro duplicó los votos de 2018, aunque deberá aumentar su caudal. La pregunta es de dónde sacará mayor apoyo.
Por otro lado, la especialista marcó los diferentes discursos de Petro y Hernández. El postulante de la izquierda apuesta a un cambio profundo, incluyendo revisiones y reformas; mientras que el derechista no expone propuestas y sólo se respalda en derrocar la corrupción.
Si bien resta definir la división de los votos de los otros candidatos, Valdés señaló propuestas de Petro difíciles de entender para el votante básico, que quiere conocer rápidamente los beneficios. Haciendo referencia al modelo de desarrollo, pensiones y cuestiones ambientales, entre otros puntos.
En cambio, Hernández arrastra el antiuribismo y petrismo, utilizando un lenguaje más llano. Sin embargo, podría bajar su porcentaje por su reiterado discurso misógino, aunque también recibió apoyo de este sector.