Cientos de personas se movilizaron en la última semana en La Habana en contra y a favor del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
A la vez, durante el último fin de semana, el candidato del partido Convergencia Social, Gabriel Boric, ganó con un 60% las elecciones primarias previas a las presidenciales en Chile.
Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el historiador Eduardo Sartelli destacó que la población chilena impulsaba el «que se vayan todos», que el crecimiento de China, por la población de ese país, impulsaba que Latinoamérica engrosara su masa de población sobrante.
A la vez, Sartelli subrayó que los cubanos y los chilenos se manifestaban contra la posibilidad de ser el continente de desecho del mundo. No obstante subrayó que Chile había entrado en la etapa de juntar heridos del neoliberalismo, es decir, según él, en la del populismo.
Sin embargo, el especialista enfatizó en que Cuba había perdido 60 años de tener una economía de acumulación de capital, y la isla había tenido asistencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y de Venezuela durante 30 años.
Al mismo tiempo remarcó que el Gobierno cubano intentaba, desde hacía 20 años, una reinserción a un capitalismo que ya había explotado, y que Díaz-Canel contaba con contratos con fondos norteamericanos.
Asimismo destacó que, en ninguno de los conflictos, se representaba a la clase obrera y que los partidos de izquierda tenían que llamar al voto en blanco, debido a que, en su teoría, las asambleas constituyentes implicaban dilaciones.