«Miente, miente que algo quedará», fue una de las frases más celebres Joseph Goebbels, el reconocido ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del nazismo. Esta fue la frase que el periodista Roberto Ruiz utilizó para analizar la situación actual de los medios de comunicación que generan relatos falaces: entre «exageración» y «mentira».
En un principio, Ruiz destacó el relato acerca de la Corte Suprema de Justicia, dado que varios dirigentes de primera línea alegaron en diferentes medios que los jueces Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti habían sido designados por decreto por el ex presidente Mauricio Macri. Sin embargo, aclaró que esto no fue así porque el líder del PRO, porque pese a que quiso designarlos por decreto, no pudo hacerlo y tuvo que enviar el pliego al Senado: Por este motivo, los magistrados fueron designados por dos tercios en esta cámara.
A su vez, contó que hace días, luego de la represión en las inmediaciones de la casa de Cristina Fernández de Kirchner, Página 12 salió a decir que «cagaron a piñas a Máximo (Kichner)»; pero en el video se veía claramente «que no le pegaban».
También destacó el relato del lawfare de Latinoamérica que «lo instala Evo Morales», ex presidente de Bolivia, cuando quiso perseguir un nuevo mandato. Morales tuvo tres mandatos y quiso perseguir un cuarto; llamó a plebiscito y perdió, en ese momento se presenta al tribunal superior electoral y dice que lo quieren proscribir.
La constitución de Bolivia, que fue sancionada en 2009 durante la presidencia de Morales, preveía que haya un mandato más una reelección. Por este motivo alegó que no le correspondía a su primer mandato y luego de la reelección fue por otro mandato. Sin embargo, para el cuarto esto ya no le sirvió porque perdió el plebiscito.
En el caso de Brasil y el proceso judicial de Luiz Inácio «Lula» da Silva, Ruiz destacó que el ex presidente brasilero «no fue sobreseído»; a su vez, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) fue quien sancionó la Ficha Limpia en Brasil y fue por ese motivo que no se pudo presentar. También estuvo preso más de 500 días. Pero no se demostró que Lula haya sido inocente, sino que la Corte Suprema de Brasil alegó que el juez, Sergio Fernando Moro, era amañado y no era el órgano competente para hacerlo.