Entre viernes y lunes hay que pagar vencimientos de deuda y el Gobierno aún está evaluando si va a pagar o no lo hará, tal como ocurrió en 2003 con el gobierno de Néstor Kirchner. A grandes rasgos, la situación económica que vive la Argentina es avismalmente distinta a la de hacen 2 décadas y la demora del pago para presionar al FMI podría tener grandes consecuencias económicas.
Damian González Farah, economista, explicó en FRECUENCIA ZERO que la estrategia del Gobierno es presionar al Fondo para poder llegar a un mejor acuerdo, que contemple una reducción de la tasa de interés o un plan de pago a mayor plazo.
En este sentido, el economista explicó que la posición de Cristina Kirchner es esa, mostrar una posición más dura para poder generar una presión al Fondo y que los acreedores tengan «miedo» por un posible no pago. Cabe recordar, que la vicepresidenta estuvo en Honduras y realizó una dura crítica al FMI: “las políticas de ajuste causan mucho daño”.
Asimismo ocurrió con la postura de que la deuda era «responsabilidad del Fondo y que tenían que hacerse cargo». La intención era presionar al organismo para obtener un mejor acuerdo para Argentina. El discurso de que la deuda es inconstitucional para el organismo es real,
«Los prestamos del Fondo tienen que ver con un porcentual del aporte que realizas y Argentina en ese momento no podía haber recibido ni el 10% de lo que recibió. Sin embargo, la intervención de Estados Unidos hizo que sea favorable para un crédito sin igual a la Argentina», explicó González Farah.
Finalmente, el economista explicó que al Fondo no le conviene que Argentina no pague, ya que el crédito Stand By es el prestamo más alto que otorgó el organismo en toda su historia.